La Inteligencia Artificial aplicada en la educación escolar para las nuevas generaciones, es una realidad

La pandemia del Covid-19 dejó una gran lección para la
educación en Latinoamérica ya que se hizo visible una transformación en los procesos de
enseñanza, una mayor inclusión y el cierre de brechas tecnológicas. A su vez, se fortaleció
la siguiente premisa: las tecnologías y su aplicación en las aulas, son y serán
fundamentales para la formación de las nuevas generaciones.
La Inteligencia Artificial (IA) juega un papel fundamental en el debate y de alguna manera
deberá estar integrada en las aulas con el propósito de alcanzar las metas de la Agenda de
Educación 2030: La declaración con 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y 169
metas asociadas liderada por la Unesco, que aspira a alcanzar el compromiso mundial del
movimiento “Educación para Todos”.


La Unesco en varias de sus conferencias han sostenido que el despliegue de las
tecnologías de la IA en la educación debe tener como objetivo la mejora de las capacidades
humanas y la protección de los derechos humanos con miras a una colaboración eficaz
entre humanos y máquinas en la vida, el aprendizaje y el trabajo, así como en favor del
desarrollo sostenible.


En ese sentido, Javier Arroyo, cofundador de Smartick, el método de aprendizaje online que
ha recibido distinciones de la Universidad de Harvard, Oxford y el MIT por desarrollar una
plataforma que emplea inteligencia artificial para reforzar los conocimientos de niños y niñas
de 4 a 14 años con un aprendizaje personalizado, la cual, fue destacada por el reconocido
diario El Español en su primera edición de Premios Digitales, explica que la IA es
básicamente el desarrollo de una tecnología que busca “imitar” la inteligencia humana para
realizar cierto tipo de tareas en torno a la automatización de procesos, la toma de
decisiones o la resolución de problemas, algunos ejemplos de ellos, ya se pueden ver
aplicados en las propuestas de su plataforma, en donde, con tan solo 15 minutos diarios y
una capacitación personalizada a cada estudiante, aprenden mucho más rápido.

“Un claro ejemplo de IA utilizada para el beneficio y desarrollo de la educación en niños y
jóvenes, se puede ver con Smartick, ya que logramos ofrecer un plan de estudios
personalizado en áreas como matemáticas o comprensión de lectura que se adapta en
tiempo real, al ritmo y nivel de cada estudiante, buscando reforzar la frustración. Entender la
forma y el ritmo en cómo aprende cada persona, va a ser fundamental para mejorar su nivel
de aprendizaje generando mayor interés y promoviendo mejores resultados”, resaltó Arroyo.
Desde la creación del método de aprendizaje online más de 32.000 estudiantes han tenido
la oportunidad de ser parte de Smartick. Igualmente, se ha evidenciado que nueve de cada
diez niños mejora su capacidad de cálculo, lógica y razonamiento en un 83% mejorando sus
calificaciones en matemáticas.


¿Por qué incluir la Inteligencia Artificial en la educación?
En 2019 bajo el paraguas de la Unesco, se firmó en China el Consenso de Beijing sobre la
Inteligencia Artificial y la Educación, uno de los primeros documentos que propone consejos
y recomendaciones para sacar mayor provecho de las tecnologías de IA con miras a la
consecución de la Agenda 2030 de Educación.


Dentro del mismo, señala la necesidad de integrar temáticas alrededor de este tipo de
tecnologías a los planes de estudio considerando los aspectos éticos y las disciplinas
humanísticas interrelacionadas.


Incluso, en el documento se invita a gobiernos e instituciones a «adoptar medidas para
mejorar la adquisición de competencias básicas sobre inteligencia artificial en todos los
estratos de la sociedad».


Para el experto en educación de Smartick estos avances tecnológicos implican una gran
oportunidad en la enseñanza de niños y jóvenes, que deberán ser tenidos en cuenta en un
contexto educativo regido por los principios fundamentales de inclusión y equidad.
“No sólo se trata de hablar de la necesidad y uso de una tecnología, sino también de la
forma en cómo se usa, ya que se puede implementar en la educación escolar tanto en
instituciones públicas como privadas como una herramienta complementaria para la
enseñanza de los estudiantes”, concluyó Arroyo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *